¿Qué me conviene más, una tasa de interés fija o una tasa variable?

Fecha de Publicación: 24/02/2022

Las tasas de interés no tienen que ser nuestras peores enemigas al momento de comprar a crédito, pedir un préstamo, hacer un fondo de ahorro o de inversión. Si sabemos sacarles provecho a los dos tipos de tasas de interés, las fijas y las variables, nuestras finanzas personales pueden beneficiarse.

Para entender de qué hablamos, primero hay que dejar claro qué son las tasas de interés. Estas sirven para medir cuál es el costo de pedir dinero prestado o la recompensa por ahorrarlo; en otras palabras, la tasa de interés ayuda a saber qué tan rentable es para un banco prestar dinero o para una persona, guardar su efectivo en una cuenta de ahorro.

Algunas características de las tasas de interés son que se miden en porcentaje, ya sea del dinero prestado o del monto guardado; que se agregan al saldo total de lo que falte pagar o de lo que permanezca ahorrado en el banco; y que están predeterminadas con base en lo que defina el Banco de México (Banxico).

LOS DOS TIPOS DE TASAS DE INTERÉS

Ahora, respecto a los dos tipos de tasas de interés, hay que puntualizar que son fijas y variables. Las fijas, como su nombre lo indica, permanecen sin cambios mientras el crédito esté vigente. Por su parte, las variables se modifican conforme a los movimientos de la tasa de referencia, la que arriba se mencionó que establece el Banxico. En caso de que este organismo decida aumentarla, también aumentará la comisión que se te cobre por el préstamo.

Aunque las tasas variables parecieran que son malas, puedes ocuparlas a tu favor si este interés se aplica en alguna cuenta de ahorro o inversión. Tus ganancias pueden aumentar si dejas la tasa variable y el Banxico decide incrementar la tasa de referencia; aquí el riesgo es que, así como puede subir la tasa de referencia, también podría bajar, y en este caso tu dinero no podría reducir.

En cuanto a las tasas de interés fijo, son recomendables para cuando adquieres una deuda, ya sea que pagues con la tarjeta de crédito o pidas directamente un préstamo la banco, el congelar la tasa de interés te garantiza que el monto que pagues por ese dinero no subirá inesperadamente.

Los créditos no tienen porque ser malos siempre y cuando revises tus finanzas personales y tu capacidad de pago. También debes estar atento o atenta a los cambios que el Banxico haga a la tasa de referencia, ya que podrías beneficiarte de ellos, especialmente cuando son a la baja.


Fuente: MiBolsillo